sábado, 17 de diciembre de 2011

EL ERROR DE DESCARTES

SOMOS LO QUE EMOCIONALMENTE SENTIMOS
El estudio de la mente ha sido durante siglos un tema confuso y hasta hace bien poco interpretado de manera errónea. Conceptos equivocados como: “La razón debe de estar desligada de todo tipo de emotividad” han sido los más aceptados durante varias décadas del siglo pasado por la comunidad, científico-médica. Hoy en día y gracias a los avances en tecnología punta en diagnóstico por imágenes (TACS, RSM, Rayos X etc.), se han producido progresos cada vez más sorprendentes y certeros sobre la neurología, rebatiendo todas las teorías hasta ahora formuladas. Y no hablamos sólo de la detección de enfermedades que afectan al sistema nervioso y al cerebro, sino también en el conocimiento del funcionamiento de éste, gracias principalmente a la (IRMf) imagen por resonancia magnética funcional y la (PET) tomografía axial por emisión de positrones. Se trata de unos aparatos que son capaces de mostrar imágenes del cerebro en tiempo real, mientras este elabora una función determinada (ej. Oyendo, pensando, viendo etc.). Uno de los científicos que más ha incidido en el estudio de la mente, es el brillante ganador del premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica del 2005. Nos referimos al Dr. Antonio Damásio uno de los médicos investigadores a nivel de psicobiología más importantes de este milenio. Este científico portugués formulo la “teoría de los marcadores somáticos”, que tan didácticamente refleja en su obra “El error de Descartes” (del cual he sustraído este documento). Como ya hemos comentado anteriormente en la época de Descartes (1596-1650,) se creía que mente y cuerpo no eran uno. Es decir, se entendía que la relación entre las emociones y la razón se debían separar, ya que el sentimiento que producían las emociones empañaban la conducta correcta, así pues Damásio piensa totalmente lo contrario, según su teoría el razonamiento no puede estar separado del componente emocional, ya que estos dos forman el complemento imprescindible a la hora de la toma de decisiones, a través de la memoria configurada en su gran mayoría por la construcción de experiencias o vivencias de cada uno, es decir personales, las cuales van a formar el conjunto de razonamientos y sentimientos del ser humano. Por ejemplo una emoción de miedo, se siente antes de razonarla porque en nuestra experiencia ya la hemos sentido alguna vez, aunque después sea analizada.
Para confeccionar su teoría sobre los marcadores somáticos, Damásio se basa en los primeros estudios en neurociencia del siglo XIX. Como los de Franz Joseph Gall y J. G. Spurzheim creadores de la frenología (los frenólogos sostenían que las zonas del cerebro más utilizadas por cada persona producía su crecimiento y consecuentemente su reflejo en la forma de la cabeza los cuales dividieron este en 35 zonas) técnica que esta desautorizada en la actualidad, la “teoría del campo agregado” de Florens y finalmente los estudios de la zonas descubiertas del cerebro publicados sobre el caso Phinhumano, tales como el área Broca o el área Wernicke, bautizadas así en honor de sus descubridores. Pero lo que finalmente resulto ser la fuente de inspiración que le llevo a postular sus teorías, fue el estudio profundo del caso de Phineas Grage.

EL CASO DE PHINEAS GRAGE

Este caso sucedió en el año 1848. Se trataba de un trabajador de una empresa dedicada a la construcción de rieles. Este era capataz y se encargaba de dinamitar agujeros taladrados en las rocas mediante la colocación de un detonador, pólvora y cubriendo dichos agujeros con arena, la cual era comprimida con una barra metálica de un metro de larga por tres centímetros de diámetro. El día del accidente se le olvido colocar la arena antes de prensar el explosivo, por lo que provocó una chispa que hizo explosión, a la vez que salio disparada la barra de hierro sobre su propio cuerpo. Esta barra se le incrusto en el cráneo por la mejilla izquierda y salió por la parte superior de la cabeza atravesándole todo el córtex cerebral. La cuestión es que sobrevivió milagrosamente al accidente sin lesiones cerebrales en principio aparentes, ya que inicialmente razonaba, andaba, veía y hablaba perfectamente.

Cráneo de Phineas Grage







Pero al cabo de un tiempo, el comportamiento de Grage con su entorno social, cambió de manera significativa. De ser un hombre trabajador, responsable y honesto se convirtió en un personaje conflictivo malhumorado y sobretodo incapaz de conducir su vida personal y profesional. Cuando pensaba en sus planes futuros "los abandonaba mucho antes de prepararlos". Entonces, ¿que fue lo que ocurrió? La barra metálica que perforó el cráneo de Grage, daño el lóbulo central (más concretamente el lóbulo prefrontal) encargado de las funciones superiores como la toma de decisiones, el comportamiento, las emociones…en definitiva el que rige nuestra personalidad.
Así pues la teoría formulada por Antonio Damásio sobre los marcadores somáticos, propone o postula gracias a estos estudios sobre Grage, que ante los posibles efectos de la toma de decisiones, se produce automáticamente en el individuo una reacción subjetiva es decir vivencial. Asimismo también se producen reacciones somáticas o lo que es lo mismo reacciones musculares neuroendocrinas o neurofisiológicas; como dice el propio Damásio, “es un cambio corporal que refleja un estado emocional, ya sea positivo o negativo, que puede influir en las decisiones tomadas en un momento determinado”. Quien no ha sentido por ejemplo alguna vez de adolescente, unas mariposillas en el estómago cuando ha pasado por nuestro lado esa chica que nos gustaba? …O se nos ha erizado la piel cuando nos emocionamos oyendo una melodía musical que nos gusta mucho?
Antonio Damásio no sólo se centro en los estudios de Grage, también realizo numerosos ensayos en los que igualmente se demuestra su teoría de los marcadores somáticos . Destacaría entre todos ellos uno en el que se escogieron varios voluntarios algunos de ellos con daño cerebral bilateral en los lóbulos prefrontales ventromediales. Ya que estos pacientes referían deterioros en sus capacidades de tomar decisiones en el entorno social en el que se movían y aún así, mantenían sus capacidades cognitivas intactas tales como la memoria de trabajo, la deambulación, inteligencia etc. Al igual que les sucede a los drogadictos y lo que le sucedió al pobre Phineas Grage. El objetivo de dicho experimento consistía en una serie de test a través de la emisión de varias imágenes algunas de ellas con contenidos desagradables y otras con otros más placenteros, para evaluar los estímulos sensoriomotrices y emocionales que producían dichas imágenes. Estos eran recogidos por un polígrafo en el que se medían las respuestas del sistema nervioso autónomo a través de unos sensores dérmicos colocados en la piel. El resultado del experimento fue clarificador, las personas normales, generaban multitud de respuestas de conductancia dérmica (es decir, erizamiento de la piel, sudores etc) ante las imágenes desagradables o violentas, en cambio frente a las banales no referían ninguna respuesta significativa. Mientras que en los pacientes que sufrían de alguna lesión cerebral, no se obtuvieron registros de conductancia dérmica frente a las imágenes desagradables, aunque si podían describir las emociones que sentían ante las imágenes visualizadas en el experimento.





Por lo tanto podremos afirmar con total rotundidad, que no es lo mismo saber (raciocinio) que sentir a la vez que se sabe (teoría de los marcadores somáticos).
De esta forma, debemos manifestar el hecho de que las emociones no sólo nos indican el camino de una buena acción de supervivencia o de placer, sino que influyen de manera importantísima en nuestro estado de salud. Se sabe muy bien gracias a los últimos estudios en psicoinmunología la relación que existe entre las enfermedades autoinmunes, degenerativas, cardiovasculares e incluso cáncer y la mente. Un estado permanente de estrés o de depresión nos conducirá hacia una situación de inmunodepresión, ya que estudios recientes en inmunología y neurociencias han descubierto que gran parte de las células del sistema inmunitario poseen receptores de superficie para varías hormonas y neurotransmisores, lo cual explica la acción determinante que provocan nuestras emociones en todo el cuerpo humano.
Una de las características de las emociones humanas que se consideran más positivas son la compasión, la vergüenza y el orgullo. Para una buena fluidez de nuestro estado emocional y por lo tanto de un comportamiento social adecuado, es esencial y de importancia capital la educación y el aprendizaje que reciben nuestros hijos desde su niñez a la hora de canalizarlas correctamente. Finalmente cabe destacar la cita de Damásio en la que resulta paradójico pensar que Descartes “si bien contribuyó a modificar el curso de la medicina, ayudó también a desviarla de la visión orgánica, de mente-en-el-cuerpo, que prevaleció desde Hipócrates hasta el Renacimiento"; Asimismo, Damásio opina que "Aristóteles habría estado muy molesto con Descartes".

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